Bibliotecas públicas en riesgo: la Biblioteca Nicolás Rojas Acosta amenazada por recortes

En La cabeza y el sombrero, de Radio Independencia 106.9, el bibliotecario Facundo Pintos, integrante de la Biblioteca Nicolás Rojas Acosta de Resistencia, expresó su preocupación por el posible cierre de espacios bibliotecarios en la región y la pérdida de recursos críticos para estas instituciones. Según Pintos, la situación de las bibliotecas públicas y populares es cada vez más precaria, con recortes de cargos y presupuestos que dificultan el funcionamiento y la continuidad de los servicios que brindan a la comunidad.


"Si bien nuestra biblioteca aún sigue abierta, se ha decidido remover un cargo esencial, lo cual impacta directamente en el equipo de trabajo y los servicios que ofrecemos", explicó Pintos, quien también se refirió al cierre de la Biblioteca Ángela Gaúna de Campetella en la misma ciudad. Esta última decisión dejó a los profesionales bibliotecarios sin lugar fijo, ya que fueron redistribuidos en diferentes instituciones.

A pesar de los recortes, la Biblioteca Nicolás Rojas Acosta mantiene sus puertas abiertas y continúa ofreciendo múltiples cursos gratuitos con salida laboral, como clases de cocina, costura, tejido y baile. Además, Pintos subrayó que la biblioteca realiza actividades comunitarias, incluyendo el préstamo de materiales a instituciones vecinas y centros de salud.

Pintos también destacó la contradicción entre el cierre de bibliotecas y los programas educativos que promueve el Ministerio de Educación de la provincia, como los dedicados a fomentar la lectura. "Es muy contradictorio que se hable de promover la lectura mientras se cierran bibliotecas, que son centros fundamentales para el acceso a libros y el aprendizaje en la comunidad", afirmó.

Asimismo, el bibliotecario mencionó que el financiamiento nacional para estas instituciones, gestionado por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), está congelado, lo que obliga a las bibliotecas a buscar fondos alternativos. En el caso de la Nicolás Rojas Acosta, la falta de recursos llevó a la organización de rifas y al cobro de una cuota simbólica para cubrir necesidades básicas como la compra de libros y el mantenimiento del edificio.

A pesar de los esfuerzos de los bibliotecarios por abrir un diálogo con las autoridades, el acceso a estas instancias resulta complicado, según detalló Pintos. "No hemos recibido una respuesta concreta que asegure la continuidad de las actividades en nuestra biblioteca, y algunos colegas temen represalias por expresar su descontento", advirtió.

Finalmente, Pintos enfatizó el papel fundamental de las bibliotecas como parte de la historia y la cultura de los barrios y comunidades, y manifestó su esperanza de que estos rumores de cierre no se concreten. "Las bibliotecas públicas son parte de la comunidad, de la historia de cada lugar donde están insertas. Esperamos que todo esto no pase de ser un rumor", concluyó.



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